jueves, 12 de julio de 2018

Observaciones nocturnas

Las luces iluminan las calles, húmedas. Una farola se refleja en un charco. Una persona camina rápido, mirando al suelo, hacia algún lugar. Se oye un ruido lejano de un motor.

Caminamos. Se siente el viento, del sur, que nos despeina el pelo.

Un niño pasa a nuestro lado comiendo un gran helado de cucurucho. Vemos una lagartija cruzar la acera.

La luz de las farolas cambia de color según giramos la calle. De blanco a naranja. Luz de monumento. Luz de pueblo.

Un pájaro aterriza, coge unas migajas y alza el vuelo de nuevo.

Seguimos andando, observando a nuestro alrededor.

Ventanas iluminadas. Persianas subidas. Persianas bajadas.

Un beso furtivo en una esquina. Una caricia robada en un pequeño giro de manos. Una mirada esquiva.

Cambia el aire. Se oye la brisa. La calle sigue mojada y nosotros caminando por ella. Aprovechando la noche. Observando(nos). Sonriendo(nos). Mirando(nos). Aprendiendo(nos). Conociendo(nos).

Las luces continúan iluminando nuestros pasos, hacia ninguna parte. La noche nos lleva hacia su final. Hacia un amanecer anaranjado y luminoso donde empezará otro día. Nuestro día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario