miércoles, 15 de marzo de 2017

¿Quién no se pone nervioso la primera vez que echa a volar?

Nervios. Esos nervios que se notan en la barriga, en el estómago. Esa ansiedad que no te deja dormir, que no te deja comer... o que te hace comer mucho, más de lo que deberías. Esta sensación puede aparecer por mil cosas, más trascendentales o menos, más personales o menos... Al final, los nervios son subjetivos, pero objetivos para cada uno de nosotros.

Aparecen cuando hay que ir a trabajar después de las vacaciones, o cuando te vas de viaje. Cuando hay cambios en tu vida, cuando tu equipo de fútbol se juega el pase a cuartos de Champions. Nos ponemos nerviosos cuando nos vamos a vivir a otra ciudad o a otro país. Cuando vamos a hacer algo nuevo o cuando vamos a probar una comida nueva. También cuando no sabes lo que se avecina. Aparecen cuando vamos al médico o al dentista. Cuando conoces a alguien. O cuando dejas de conocerlo. O cuando suena el pitido de salida en una carrera de orientación.

El día de Reyes, por la mañana, hay un cosquilleo en el estómago: son los nervios, que están ahí, esperando para ver las caras de los demás cuando abran los regalos que les has preparado con tanta ilusión.

Y así decenas, cientos de razones más. Cada uno tenemos las nuestras. A cada persona le afecta más una cosa u otra. Y hay nervios buenos y nervios malos. Lo importante es que sepamos controlarlos. Mejor o peor. Más efectivamente o menos. Total, nadie nace enseñado. Y hay nervios nuevos que no conocemos. Situaciones nuevas que nos 'ennerviosan' y que no sabemos afrontar. Pero aprenderemos.

'Todo el mundo está nervioso la primera vez que echa a volar' 


No hay comentarios:

Publicar un comentario