viernes, 29 de junio de 2018

Con la raja de su falda

Volvía de dar un paseo y me la encontré. Colgada como un saco de patatas enganchada por la falda en la valla del jardín y la cara a medio metro de partírsela contra el suelo. Me vio y sonrió: "¡Abuelito!"

Me acerqué intentando transmitir tranquilidad para que no se moviera mucho y no terminara de caerse pero ella estaba tan pichi colgando. "¿Me ayudas, porfitas? No puedo soltarme. Me subí por dentro, por los rosales, e intenté dar un salto muy grande desde la columna a la acera pero no me acordaba de la falda y llevo un rato colgando y me quiero ir a jugar".

La sujeté y la descolgué. En cuanto puso los pies en el suelo salió corriendo y se fue a la parte de atrás, desde donde se oían los gritos de sus amigos que estaban jugando al fútbol.

Siempre fue un poco descerebrada. Intrépida y sin miedo. Y espero que siga siendo así aunque ya no esté con ella. Que se atreva con todo pero que sepa poner las manos si va a caerse de morros. Que siga siendo mi pequeña ratoncita que corría enseñando el culo después de rajarse la falda por saltar desde donde no debía. Que siga sin tener miedo a nada. Y, sí lo tiene, que haga las cosas con miedo. Porque entonces, además, será valiente. Una ratoncita valiente.


"Casi todo lo difícil es lo que más merece la pena" 

1 comentario:

  1. Lo he leído,
    ��������
    Y me encanta !!!!!!!!

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