Me acerqué intentando transmitir tranquilidad para que no se moviera mucho y no terminara de caerse pero ella estaba tan pichi colgando. "¿Me ayudas, porfitas? No puedo soltarme. Me subí por dentro, por los rosales, e intenté dar un salto muy grande desde la columna a la acera pero no me acordaba de la falda y llevo un rato colgando y me quiero ir a jugar".
La sujeté y la descolgué. En cuanto puso los pies en el suelo salió corriendo y se fue a la parte de atrás, desde donde se oían los gritos de sus amigos que estaban jugando al fútbol.
Siempre fue un poco descerebrada. Intrépida y sin miedo. Y espero que siga siendo así aunque ya no esté con ella. Que se atreva con todo pero que sepa poner las manos si va a caerse de morros. Que siga siendo mi pequeña ratoncita que corría enseñando el culo después de rajarse la falda por saltar desde donde no debía. Que siga sin tener miedo a nada. Y, sí lo tiene, que haga las cosas con miedo. Porque entonces, además, será valiente. Una ratoncita valiente.
"Casi todo lo difícil es lo que más merece la pena"
Lo he leído,
ResponderEliminar��������
Y me encanta !!!!!!!!